La organización narcoterrorista conocida como Cartel del Golfo secuestró a tres trabajadores inocentes después de confundirlos con rivales. El caso se volvió fatal cuando una de las víctimas del secuestro murió en un accidente automovilístico junto con dos sicarios mientras los llevaban a otra parte.
El secuestro tuvo lugar a principios de este mes en Ciudad Victoria, donde un equipo de sicarios secuestró a César Nicolás Cepeda, Héctor Rolando Posada y Francisco Hernández el 18 de junio. Los sicarios los retuvieron durante varios días. Fuentes policiales revelaron a Breitbart Texas que los hombres armados confundieron a los trabajadores con sicarios y los interrogaron mientras intentaban sacarles información e incluso los acusaron de intentar matar a un sacerdote.
El 23 de junio, después de torturar a las víctimas durante varios días, los hombres armados las subieron a una camioneta y las trasladaban a una zona rural, presumiblemente para matarlas, cuando chocaron y volcaron. Durante el choque, Posada y Hernández salieron volando del vehículo luego de ser expulsados, mientras que Cepeda y dos de sus captores se quedaron atrapados adentro del vehículo cuando se incendió.
El secuestro fatal se produce en un momento en que la facción del Cartel del Golfo de Matamoros ha estado enviando equipos de sicarios a Ciudad Victoria en un intento de quitarle el control de la parte central del estado a la facción del Cartel Del Noreste de Los Zetas. Desde la llegada al poder del actual gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, en octubre pasado, la violencia de los cárteles se ha intensificado dramáticamente en las principales ciudades de Tamaulipas, incluidas Ciudad Victoria, Reynosa, Nuevo Laredo y San Fernando. En esas ciudades, las fuerzas policiales federales, militares y estatales rara vez interfieren en las guerras territoriales de los cárteles, lo que otorga a las organizaciones criminales una impunidad casi total.